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jueves, 1 de diciembre de 2016

El demonio y la princesa

Ella era de esas chicas que desean tener un novio solo para tener a quien expresarle su amor y a quien escribirle cartas que derraman miel, pero ella conoció al demonio y nadie le advirtió de ello, él era lindo en el tipo de lindo que te acompaña hasta tu casa que no se va hasta que se despida con un beso, el besaba sus manos al irse, besaba su frente, la abrazaba tan fuerte y no quería dejarla ir, en fin, él era el chico que cualquier chica soñadora quiere tener, pero con el tiempo él cambió, no se necesitaron años ni meses, en cuestión de semanas cometió sus primeros actos, le mentía, la engañaba, la forzaba a hacer cosas que ella simplemente no quería, él trató de terminar con ella, ella por orgullo, para demostrarle quien sabe que a quien sabe quien decidió no terminar con él, ellos siguieron juntos, el demonio y la princesa, ella siempre pensó que el cambiaría, hablaba con él, discutía con él, comenzaron sus peleas, él no cambiaba y ella al siempre al pensar lo mejor de todos no terminaba con él porque se dio a la tarea de cambiarlo, a convertirlo en mejor hombre, nadie le advirtió a la princesa que los demonios no cambian, por eso son lo que son, nadie le dijo que ellos simplemente aprendían a mentir, pero ella era astuta, nunca creyó ninguna de sus mentiras, hasta que ella exploto, dejó de ser buena, dejó de ser sincera, dejó de ser abierta, dejó de ser feliz, pero llevaba tanto tiempo sumida en el hollo, al que él la empujo, que ya no sabia como salir de ahí, él trataba de sacarla pero ella no podía, estaba tan cansada que cada vez que él la empujaba afuera ella no se salía, se aferraba, ya que no sabía como vivir fuera, tenía tanto miedo a la soledad, tenía tanto miedo a lo que la gente dirá, ella solo tenía miedo a estar sin su demonio, hasta que llegó el día en que el demonio simplemente la empujó y se fue, ella quedó a la orilla del pozo para saltar en cuanto el demonio tuviera un descuido, desde fuera ella lograba ver más claramente, había momentos en que no quería alejarse de la orilla se iba, exploraba y regresaba, pero un día se fue y no supo como regresar, un día ella se perdió en este mundo, el cual era su mundo antes que el demonio llegara, la princesa asustada tuvo que buscar ayuda en las personas que estuvieron cerca cuando no podía salir del hollo, ellos la ayudaron a ubicarse y a salir adelante, logró encontrar el pozo en el que estuvo tanto tiempo, había días en que miraba desde la orilla anhelante, había días en que se quería tirar, había días buenos en el que no miraba ni de reojo, pero ella sabía dónde estaba, nunca podía olvidar donde estaba su demonio, llegaron nuevas personas, algunos buenos, algunos príncipes con los cuales se sentía más feliz, algunos demonios con los cuales nunca se tiro al pozo, olvido poco a poco a su demonio, hasta que dejó de llamarlo suyo, hasta que olvidó su nombre, hasta que olvido los recuerdos, hasta que creo nuevos, hasta que amo, hasta... hasta que estuvo dispuesta a entregarse de nuevo.

Un cuento corto que puede tener muchos significados, este también lo escribí hace algunos meses.

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